Eficiencia Energética en la Supracomunidad Virgen de la Esperanza

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Eficiencia Energética en la Supracomunidad Virgen de la Esperanza

Eficiencia Energética en la Supracomunidad Virgen de la Esperanza

La colonia Virgen de la Esperanza, situada en el barrio madrileño de Canillas, alberga más de tres mil viviendas, siendo una de las más grandes de la Comunidad de Madrid.

En 2013, la Supracomunidad decidió apostar por mejorar la eficiencia energética de su instalación centralizada de calefacción. Para ello, decidió contar con Remica. La clave: ahorros garantizados.

Cliente:
Supracomunidad Virgen de la Esperanza
Localización:
Canillas, Madrid
Servicios: 
Sustitución de calderas con objetivo de ahorro

La instalación previa databa de 1989 y estaba compuesta por cinco calderas con una potencia útil total de 29.070 kW. Los quemadores existentes eran mixtos, de gasóleo – gas. La central térmica consta de cinco sectores o circuitos de calefacción que, partiendo de la sala de calderas, alimentan a las 46 subcentrales con que cuenta la instalación, las cuales a su vez, proveen a las 18 torres y 151 bloques que componen la Colonia. En total, casi 350.000 m2 de superficie calefactada.


Esta actuación de eficiencia energética estaba sujeta a lograr una mejora pactada del rendimiento de la instalación, bajando el consumo de gas natural y proporcionando con ello ahorros a los vecinos.


Para alcanzar los objetivos, Remica llevó a cabo la sustitución de las calderas existentes, instalando unas nuevas, tecnológicamente más avanzadas y acompañadas de recuperadores de calor. La parte hidráulica fue diseñada por el departamento de I+D+i de la compañía específicamente para este proyecto.

En la consecución de los ahorros marcados es también clave la parametrización de la central de regulación para el control de temperaturas y caudales, manteniendo el nivel de confort que decide el cliente.

Es importante destacar que la Comunidad no está sujeta a ningún condicionante de uso en cuanto a horarios y temperaturas.

Para la supervisión y seguimiento del consumo de energía, la Comunidad dispone en sus oficinas de las herramientas informáticas necesarias para ello.

Tras el primer año de funcionamiento con el nuevo sistema implantado por Remica, los objetivos se lograron y superaron.