Con las bajas temperaturas que se han sucedido durante las últimas semanas, se fija la mirada en la calefacción y su rendimiento, surgen preguntas sobre si funciona todo correctamente, ¿por qué no se alcanza la temperatura ideal de confort? Pero a veces la respuesta está en el aislamiento térmico en las paredes de la casa, entre otras variables.
Si pudiéramos ver con una imagen térmica, a través de una termografía, la fachada de nuestra vivienda, veríamos las zonas frías por donde se escapa el calor de las casas, por lo que, en viviendas con una antigüedad mayor a 20 años es común encontrar grandes deficiencias y pérdidas de calor a través de las fachadas y ventanas.
¿Cuáles son las ventajas del aislamiento térmico en paredes?
Ahorro energético
El hecho de hacer una mejora en el aislamiento térmico en las paredes supone una disminución en el consumo de calefacción y por lo tanto repercute en el gasto derivado de la factura energética. Se paga menos en calefacción porque no se tiene tanta necesidad de recurrir a ella ante la bajada de temperaturas.
Confort térmico y salud
Como se ha señalado anteriormente, a veces se buscan problemas en la calefacción cuando la razón es el aislamiento térmico. Salta la alarma y la gente se preocupa porque hay una carencia de confort térmico, y es algo muy importante que también repercute en la salud. Es por esto que la inversión en aislamiento térmico en las paredes beneficiará directamente la confortabilidad y en algunos casos incluso mejorará la habitabilidad de la vivienda.
Aislamiento térmico y acústico
El aislamiento térmico, por las características de los materiales aislantes que se utilizan tienen propiedades tanto de aislamiento como acústico, por lo que llevar a cabo esta obra ayudará a aislar la vivienda de los ruidos del exterior: tráfico, ruido de la calle, etc,… mejorando notablemente el confort acústico en la vivienda, que también tiene una importancia alta.
Y una vez que han quedado claras cuáles son las ventajas llega una pregunta importante ¿cuándo se debe llevar a cabo el aislamiento térmico en paredes?
Por ley, es obligatorio aislar los edificios existentes por encima de unos mínimos cuando haya modificaciones, reformas o rehabilitaciones que afecten a más del 25% del total de los cerramientos de un edificio que cuente con una superficie útil superior a 1.000 metros cuadrados. Esto es lo que señala la ‘Guía práctica de la energía para la rehabilitación de edificios’ editada por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).
¿Existen ayudas para el aislamiento térmico en las paredes?
Recientemente el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital a través del IDAE ha lanzado una línea de ayudas con 125 millones de euros para la rehabilitación energética de edificios. Entre las acciones que se financian con estas ayudas entra el aislamiento térmico de las paredes, además de la eficiencia en la iluminación o el cambio de energía convencional por energía solar térmica o geotérmica.
¿Sólo se aíslan térmicamente las paredes?
Como hemos señalado en otros artículos publicados, no son las paredes el único objeto para aislar. Existen además otros elementos en la vivienda que deben ser vigilados y corregidos en caso de un mal aislamiento.
Los elementos a tener en cuenta son:
- Suelos y techos. Ya que se han señalado las paredes (muros en vertical). ¿Por qué no hablar de los muros en horizontal? Es decir, los suelos y los techos también se deben tener en cuenta a la hora del aislamiento, porque el calor y los grados conseguidos a lo largo del día pueden escaparse de manera rápida por ellos.
- Tabiques interiores. Probablemente, cuando se habla de paredes se visualizan aquellas que separan las diferentes estancias del exterior, pero lo cierto es que existen paredes que separan hogares, zonas comunes… y deben tenerse en cuenta también.
- Tuberías. En último lugar, como empresa líder en eficiencia energética, señalamos los puntos por donde el calor tiende a escapar y las tuberías es también uno de ellos, ya sean de agua fría o caliente.