Dureza del agua: ¿Cómo influye en nuestro día a día?

Dureza del agua: ¿Cómo influye en nuestro día a día?

¿Cómo influye la dureza del agua en nuestro día a día? El agua compone el 65% de nuestro cuerpo y es uno de los elementos que usamos diariamente, por lo tanto conviene ser conscientes de que la dureza del agua nos afecta tanto a nosotros como a nuestro entorno en el hogar.

El nivel de dureza del agua depende de la mineralización o proporción de miligramos de carbonato cálcico –lo que popularmente se conoce como cal-  por litro de agua y que se traduce muchas veces en que notemos un ‘sabor’ determinado.

Según cómo sea la mineralización, existen cinco tipos de aguas:

  • Aguas blandas – Concentración de menos de 150 mg/l de carbonato cálcico, (0-15ᴼF).
  • Aguas semi blandas – Concentración de entre 150-200 mg/l de carbonato cálcico, (15-20ᴼF).
  • Aguas duras – Concentración entre 200 y 400 mg/l de carbonato cálcico, (20-40ᴼF).
  • Aguas muy duras – Concentración entre 400 y 550 mg/l de carbonato cálcico, (40-55ᴼF).
  • Aguas extremadamente duras – Concentración superior a 550 mg/l de carbonato cálcico, (más de 55ᴼF).

Hay que tener en cuenta la comunidad autónoma donde vivimos, por ejemplo, si vivimos en Madrid el agua que encontramos se engloba dentro de las muy blandas, pero si viajamos a Alicante para pasar unos días, probablemente al beber un vaso del grifo nos sorprenda su sabor, esto se debe a que los alicantinos tienen un agua con la clasificación muy dura.

Este fenómeno se debe a que las zonas más próximas a la costa, a menudo se nutren de suministros de agua más mineralizada. Generalmente la dureza se asocia al sabor del agua. Es importante tener en cuenta que el agua extremadamente blanda tampoco es apropiada. Lo recomendable es un agua con una mineralización equilibrada para su uso en el hogar.

Atendiendo a las mediciones hechas en las capitales provinciales, expresadas en grados franceses (ᴼF), podemos obtener el siguiente ranking de dureza del agua en España:

niveles de dureza del agua

Según la Organización Mundial de la Salud la dureza del agua no causa ningún efecto negativo en la salud de las personas, pero ¿y en nuestros electrodomésticos?

El agua también alimenta nuestras casas y hacemos un uso diario de ella, ya sea en la ducha, la lavadora o en la calefacción, entre otros, y su composición puede influir en el funcionamiento de nuestras instalaciones. Cuando el agua que consumimos en casa es elevada en minerales hace falta más cantidad de detergente en el lavado. Lo mismo sucede cuando nos duchamos, necesitamos más jabón, es más difícil que aparezca la espuma y puede provocar que la piel y el cabello estén más secos.

Dureza del agua y calefacción

La calefacción es una de las instalaciones que usa el agua como fluido caloportador, es por eso que su calidad influye en su mantenimiento. Antes de explicaros más acerca de la dureza del agua en la calefacción tenemos que distinguir los elementos que forman la instalación para saber cómo influye el agua en ellos. Encontramos en los hogares por un lado acumuladores de ACS e intercambiadores y por otro lado las redes de tuberías de distribución. Los acumuladores son, por ejemplo, las calderas, debido a su función deben ser metálicas y alimentan los radiadores que encontramos en nuestras casas. Sin embargo las tuberías, que no vemos, pueden ser metálicas o de materiales plásticos. Dependiendo del año de construcción del edificio donde vivamos la instalación será de un material u otro.

¿Cómo puede influir por tanto la elevada dureza del agua en la calefacción?

El aumento de temperatura eleva de manera significativa la formación de cal, lo que puede ocasionar el colapso del circuito y como consecuencia obstruir la llegada del suficiente volumen de agua caliente. La formación de cal es característica en los circuitos de agua caliente ya que con temperaturas elevadas se vuelve más incrustante, como consecuencia se reduce el espacio para el paso del agua y disminuye la capacidad de intercambio térmico.

¿Cómo se evita la dureza del agua?

Nosotros en casa podemos actuar contra la dureza del agua en los electrodomésticos usando productos específicos. Dentro de las instalaciones de nuestra calefacción son los técnicos los encargados de utilizar un producto en cantidades muy reducidas para evitar que la cal se incruste basado en polifosfatos. Otro remedio muy usado en las zonas de aguas muy duras es usar las jarras purificadoras de agua, con su filtro permiten ‘ablandar el agua’ y eliminar el exceso de cal.

¿Sabías que…?

“Más del 70% de la energía necesaria para lavar la ropa se invierte en calentar el agua”

“Calentar el agua con electricidad supone un consumo de energía 3 veces superior a hacerlo con un calentador o caldera”

 

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