Actualmente existen muchas comunidades de vecinos que se ven obligados a pagar una factura energética excesiva. El hecho viene motivado por varios motivos como la obsolescencia de las instalaciones, los combustibles más caros, la inexistencia de sistemas de regulación, la carencia de energías renovables…
Ante esta problemática cuanto más tiempo se espere para realizar una actuación en sus instalaciones, mayor es el despilfarro económico de la comunidad de vecinos. Sin embargo, hay compañías especializadas en encontrar una solución a este problema. Se trata de las Empresas de Servicios Energéticos (ESE) como Remica. Así, lo primero que hará una de estas empresas cuando la comunidad se ponga en contacto con ella será identificar y evaluar el consumo actual y los gastos asociados de las instalaciones y servicios que consumen energía en el edificio (calefacción, agua caliente sanitaria, iluminación, extracción de garajes, grupos de presión, depuradoras de piscinas, ascensores, etc). Posteriormente elaborará un plan de actuación para garantizar un ahorro energético desde el instante inicial a coste cero.
¿Cómo puede ser? En el contrato entre la Comunidad de Propietarios y la Empresa de Servicios Energéticos se establece el concepto “techo de gasto”. Éste no supera el importe que continuaría pagando la comunidad de vecinos sin adoptar las Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética (MAE´s). De este modo, durante el periodo de amortización de las MAE´s (igual o menor de 7 años), el gasto máximo que soportará la comunidad, incluyendo la gestión energética (combustible, electricidad, mantenimiento y averías) y el pago de amortización de las MAE´s será el mismo que tendría si no hubiera hecho nada.
Por tanto, el coste de haber actualizado las instalaciones, hacerlas más eficientes e introducir energías renovables es nulo y queda garantizado por contrato. Una vez finalizado el periodo de amortización el pago de la factura energética disminuirá de forma considerable durante la vida útil de las instalaciones.
Plan 40/7: Coste Cero
Como ejemplo de cómo ahorrar en una comunidad de vecinos sin llevar a cabo derramas, Remica cuenta con el “Plan 40/7” que es una solución energética integradora, que permiten la modernización y mejora de las instalaciones energéticas de edificios a coste cero. Las inversiones se pagan con los ahorros garantizados en un plazo no superior a 7 años y con una reducción mínima de emisiones de CO2 del 40% sobre las emitidas con anterioridad a la implantación del Plan 40/7: Coste Cero.
¿Cómo funciona?
Imaginemos que nuestra comunidad de vecinos tiene un gasto anual de 100.000 € al año, en concepto de combustible, electricidad, mantenimiento y averías de sus instalaciones. Con la aplicación de las MAEs la factura por estos conceptos sería de 52.000 € anuales, con lo cual habría un ahorro de 48.000 € al año.
Con este ahorro se pagarán los trabajos realizados de 38.000 €/año. Con lo que el ahorro neto que conseguirá la comunidad durante los 7 años del periodo de financiación será de 10.000 €/año. Evidentemente pasado dicho periodo el ahorro será de 48.000 €/año (un 48 %).
A la hora de contratar este tipo de planes con una ESE es importante que se articule un tope máximo en el contrato, de forma que en ningún caso se pague a ésta más de 62.000 €/año, que sumado a los 38.000 €/año a pagar por las obras realizadas no supere el coste anual de 100.000 €/año. De esta forma queda garantizado, sin riesgo alguno, el concepto de «coste cero».
